Marioneta ... (1)

Era lo que el busca con certeza aquel trozo de madera de roble, le hizo recordar su infancia. Llena de ese característico olor, vivía en las altas planicies de un viejo pueblo rodeado de robles gigantes, que cubrían al pueblo haciéndole ver que no existía, era parte de la naturaleza.  Recordaba pequeños fragmentos cuando abrazaba el viejo árbol, se decía que era el más viejo y el más sabio, el que vio la caída de aquellas murallas una y otra vez, guerra tras guerra.

Llevaba tiempo buscando un fragmento de madera para hacer lo que durante años soñaba y anhelaba, seria la mas grandes de sus obras, la mas hermosa y monumental, crearía a una hermosa bailarina de ballet, con tan solo tallar cada facción de su cuerpo.

Había vivido décadas y décadas, había experimentado el amor fugaz y otro que aun perduraba en sus recuerdos, el que más recordaría y anhelaría durante toda su vida, era un amor tradicional.

El cada tarde le hacia llegar a una bailarina de ballet una rosa roja, esperando que esta hiciera una reacción, de quien se había enamorado era de una chica pasional, llena de sueños y de querer conocer al mundo, pero la detenía su añejo padre, quien la quería ver casada con una persona de buen apellido y con honores, pero en ese añejo y casto pueblo era casi imposible tener contacto con las personas de la alta alcurnia.

Aunque el pueblo fuese pequeño contaba con un viejo teatro, pequeño y hostil pero cuando se interpretaban obras teatrales, parecía que se transformaba a un mundo distinto donde todo era  casual y elegancia.

Ella se llamaba Clara, hija del viejo panadero del pueblo todas las tardes asistía con un grupo de jóvenes al teatro, esa misma semana se estrenaría la nueva obra romeo y Julieta, una vieja obra de, William Shakespeare se volverían a reencarnar los viejos poemas de aquel hombre apasionado.