Los añejos campos de Inglaterra, los verdes prados que emanaban aquella mañana, el roció en las florecillas campestres y el viento frio pero cálido de noviembre, avecinaba la nueva estación, caminaba sin rumbo, sin miedo, tenia la certeza de estar tan sola conectada al mundo, cantaba desentonadamente una canción de cuna, adornando su voz con pequeñas desentonaciones.
Tan solo llevaba un pequeño chaleco y su pijama,
caminando descalza, su cabello estaba suelto siendo guiado por los
vientos haciendo que este se enmarañara, era de un color cobrizo sin
duda espontaneo. Abrió los ojos y siguió entonando aquella melodía.
Se paro y respiro hondo se sentía tan viva, por lo
lejos vio a una silueta caminar hacia ella, era masculina, con una
gabardina que jugaba con el aire y un cabello alborotado, color azabache
lo vio acercarse supo que era el.
-has venido –dijo ella sin titubear y con la emoción y la alegría de verlo.
Sonó inconteniblemente su alarma asustándola y
haciendo que regresara a la vida real, era tan solo el mismo sueño que
había soñado durante los últimos meses, se levanto con pesadez y lo
primero que vio fue a su gato. Nicolás ronroneando y lamiéndose sus
patas.
Vio el día que era, su mirada se volvió sin
expresión sabia que día era para que mirara el calendario si de ante
mano sabía que era el día más triste de todo el año.
-es de nuevo 3 de diciembre Nicolás, un año mas sin
el –dijo aun mas con tristeza tendría que ir a visitarlo una vez mas a
aquel lugar tenebroso,-
Se fue directo al baño y se ducho rápidamente no
tenia tiempo para contratiempos seria un día demasiado pesado aparte de
que tendría que trabajar horas extra ya que el dinero era demasiado
necesario en aquellos momentos.
Salió directo al cementerio y lo primero que fue a
comprar fueron sus flores favoritas, tulipanes extraños de conseguir en
aquella región pero no importaba ya que era importante para ella
llevárselos año tras año.
Camino por un largo pasillo sin fijarse en las
demás tumbas era tan trágico verlas. Se sentía en medio de un a bujero
sin salida, al fin cuando llego no tardo en llorar derramar sus lagrimas
era limpiar su conciencia y su alma.
Se sentía culpable por a ver provocado su muerte su
gemelo su otra mitad se había ido a aquel a bujero sin fondo y se llevo
cientos de recuerdos que habían pasado juntos durante sus dieciséis de
vida.
-Regrese como te lo prometí, regrese para contarte
lo que a pasado estos meses en mi vida pero de ante mano no ha pasado
nada interesante desde que te fuiste, te extraño tanto me haces tanta
falta- soltó aun mas lagrimas rompió en gemidos y sollozos-
Mas de dos horas había pasado en su tumba contando
sus ultimas anécdotas, se paro se limpio sus ultimas lagrimas y sonrió
con dificultad se despidió y se retiro con paso firme pero en veces se
tambaleaba llevaba días sin comer y eso le estaba dando malos resultados
ese día.
Volver a ver su nombre y una pequeña frase
característica en el “vivía mientras moría” algo extraño de comprender
para las personas cercanas a el, la única que la entendía a la
perfección era su gemela Roussy como el le llamaba pero su nombre era
Rouss.
Camino por el largo pasillo de piedra haciendo
resonar sus tacones negros, ese día estaba decidida a no hacer nada
estaba triste y sin ánimos de no hacer absolutamente nada.
Una brisa la envolvió, una brisa cálida y tibia
como un abrazo maternal, se paro y sonrió tristemente y soltó las
ultimas lagrimas que le quedaban, “Gracias hermanito” dijo en un pequeño
susurro apenas audible para ella. Siguió su camino sin voltear atrás.
“hasta el próximo año”.
Un nuevo día se avecinaba por los edificios de la
ciudad dando los buenos días se apareció el sol, haciendo que todo
regresara a su color natural y que la obscuridad dejara de existir.
Rouss se levantaba con pesadez y sabia que era un
día nuevo y que tendría que ir a instituto, que ironía apenas ayer era
el día mas deprimente para ella y hoy tenia que ir a la escuela a pasar
horas y horas estudiando para que para nada, sabia que nada de lo que le
enseñaban le ayudaría a seguir su meta.
Se ducho y salió casi corriendo ya que se le había
hecho comúnmente tarde camino por las calles sin ningún tipo de
preocupación lo único que tenia que hacer es entrar antes de que le
cerraran la puerta y saltarse todas las clases, se escondería en la
azotea como lo solía hacer cada mañana y fumarse una cajetilla completa
de “Malboro”.
Se sentó en el suelo de la azotea donde se podía
ver claramente todo el campus y parte de la ciudad, se estiro y saco su
cigarro y el prendedor. Una vez prendido el cigarro le dio varias
caladas antes de sacar el humo, ni siquiera se acordaba cuando inicio su
vicio de fumar y mucho menos desde cuando se saltaba las clases antes
era una estudiante modelo.
-¡Mierda! –soltó a los cuatro vientos se había
quemado con la punta del cigarro por ponerse a pensar en tonterías, una
de las cosas a las cuales jamás de los jamases seria el amor, pensaba
que era una reverenda mierda, que no existía tal cosa y que ninguno de
los que decían estar súper enamorados de ella y que darían su vida si
así fuera lo conocían en verdad.
Se abrió la puerta que daba directo a la azotea en
ella entro una chica pelinegra y con un par de ojos azules, y unas
cejas endurecidas. ¿Estaba enojada? Sip, se dijo mentalmente Rouss al
verla parada hay con su ceño fruncido y con la cara toda roja del cólera
y Rouss tan despreocupada como siempre.
-¿Qué pretendes que estas haciendo Rouss Collins? Y
no me digas que nada porque lo que estoy viendo no me gusta para nada-
replico la chica y al ver que la chica cobrizo no le hizo ni el mas
mínimo caso se enojo aun mas, se acerco hasta ella y le tiro el
cigarrillo vertiéndolo en su zapato negro.
Eso hizo que la chica del cabello cobrizo se
enojara y la mirara asesinamente, si algo no le gustaba a Rouss es que
le quitaran sus cigarros, la chica pelinegra le quito la cajetilla y se
la guardo en su bolsillo la castaña la miro con desgana y retadoramente
sabiendo que su amiga ya conocía eso de ella.
-Hmmp no era necesario hacer eso aparte no te debe
de incumbir –la miro por ultima vez y miro hacia el edificio que tenia
enfrente el de tecnología por las ventanas se veían a estudiantes
reparando computadoras y otras maquinas electrónicas.
-Claro que me incumbe eres mi amiga y me preocupo
por ti entiéndelo Rouss aparte vine porque la maestra pregunto por ti
esta preocupada –sonrió amargamente esa tipa “la maestra” era una
estúpida si creía que se preocupaba por ella, tan solo la quería en el
aula para joderla si no la conociera.
-Que no joda no quiero estar escuchando sus reproches –en eso su amiga pelinegra se sentó aun lado de ella y la abrazo.
-Vamos Rouss no te a hecho nada malo como para que
hables pestes de ella, no es tan mala como piensas realmente se preocupa
por ti desde que paso aquello –en eso la castaña la miro con odio no le
gustaba hablar de aquel tema y mucho menos que se lo recordaran.
-Hmmp no molestes Jane –la pelinegra la vio y le
sonrió aunque su amiga la tratara mal la seguía queriendo y sabia que
ella no la quería dañar con esas palabras tan duras sabia que en el
fondo ella se reprochaba por tratarla así, le dio un tierno beso en la
mejilla y se marcho de la azotea sin antes decirle que le devolvería sus
cigarros al terminar las clases, pero que haría Rouss sin su cajetilla
fácil salió por una pequeña abertura que estaba tapada por maleza y
salió de la escuela en busca de una nueva cajetilla calmaría su sed de
fumar.
C o n t i n u a r a <3
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