martes, 27 de diciembre de 2011

Primer Capitulo - Mascara



 


Los añejos campos de Inglaterra, los verdes prados que emanaban aquella mañana, el roció en las florecillas campestres y el viento frio pero cálido de noviembre, avecinaba la nueva estación, caminaba sin rumbo, sin miedo, tenia la certeza de estar tan sola conectada al mundo, cantaba desentonadamente una canción de cuna, adornando su voz con pequeñas desentonaciones.

Tan solo llevaba un pequeño chaleco y su pijama, caminando descalza, su cabello estaba suelto siendo guiado por los vientos haciendo que este se enmarañara, era de un color cobrizo sin duda espontaneo.  Abrió los ojos y siguió entonando aquella melodía.

Se paro y respiro hondo se sentía tan viva, por lo lejos vio a una silueta caminar hacia ella, era masculina, con una gabardina que jugaba con el aire y un cabello alborotado, color azabache lo vio acercarse supo que era el.

-has venido –dijo ella sin titubear y con la emoción y la alegría de verlo.

Sonó inconteniblemente su alarma asustándola y haciendo que regresara a la vida real, era tan solo el mismo sueño que había soñado durante los últimos meses, se levanto con pesadez y lo primero que vio fue a su gato. Nicolás ronroneando y lamiéndose sus patas.

Vio el día que era, su mirada se volvió sin expresión sabia que día era para que mirara el calendario si de ante mano sabía que era el día más triste de todo el año.

-es de nuevo 3 de diciembre Nicolás, un año mas sin el –dijo aun mas con tristeza tendría que ir a visitarlo una vez mas a aquel lugar tenebroso,-

Se fue directo al baño y se ducho rápidamente no tenia tiempo para contratiempos seria un día demasiado pesado aparte de que tendría que trabajar horas extra ya que el dinero era demasiado necesario en aquellos momentos.

Salió directo al cementerio y lo primero que fue a comprar fueron sus flores favoritas, tulipanes extraños de conseguir en aquella región pero no importaba ya que era importante para ella llevárselos año tras año.

Camino por un largo pasillo sin fijarse en las demás tumbas era tan trágico verlas. Se sentía en medio de un a bujero sin salida, al fin cuando llego no tardo en llorar derramar sus lagrimas era limpiar su conciencia y su alma.

Se sentía culpable por a ver provocado su muerte su gemelo su otra mitad se había ido a aquel a bujero sin fondo y se llevo cientos de recuerdos que habían pasado juntos durante sus dieciséis de vida.

-Regrese como te lo prometí, regrese para contarte lo que a pasado estos meses en mi vida pero de ante mano no ha pasado nada interesante desde que te fuiste, te extraño tanto me haces tanta falta- soltó aun mas lagrimas rompió en gemidos y sollozos-

Mas de dos horas había pasado en su tumba contando sus ultimas anécdotas, se paro se limpio sus ultimas lagrimas y sonrió con dificultad se despidió y se retiro con paso firme pero en veces se tambaleaba llevaba días sin comer y eso le estaba dando malos resultados ese día.

Volver a ver su nombre y una pequeña frase característica en el “vivía mientras moría” algo extraño de comprender para las personas cercanas a el, la única que la entendía a la perfección era su gemela Roussy como el le llamaba pero su nombre era Rouss.

Camino por el largo pasillo de piedra haciendo resonar sus tacones negros, ese día estaba decidida a no hacer nada estaba triste y sin ánimos de no hacer absolutamente nada.

Una brisa la envolvió, una brisa cálida y tibia como un abrazo maternal, se paro y sonrió tristemente y soltó las ultimas lagrimas que le quedaban, “Gracias hermanito” dijo en un pequeño susurro apenas audible para ella. Siguió su camino sin voltear atrás. “hasta el próximo año”.

Un nuevo día se avecinaba por los edificios de la ciudad dando los buenos días se apareció el sol, haciendo que todo regresara a su color natural y que la obscuridad dejara de existir.

Rouss se levantaba con pesadez y sabia que era un día nuevo y que tendría que ir a instituto, que ironía apenas ayer era el día mas deprimente para ella y hoy tenia que ir a la escuela a pasar horas y horas estudiando para que para nada, sabia que nada de lo que le enseñaban le ayudaría a seguir su meta.

Se ducho y salió casi corriendo ya que se le había hecho comúnmente tarde camino por las calles sin ningún tipo de preocupación lo único que tenia que hacer es entrar antes de que le cerraran la puerta y saltarse todas las clases, se escondería en la azotea como lo solía hacer cada mañana y fumarse una cajetilla completa de “Malboro”.

Se sentó en el suelo de la azotea donde se podía ver claramente todo el campus y parte de la ciudad, se estiro y saco su cigarro y el prendedor. Una vez prendido el cigarro le dio varias caladas antes de sacar el humo, ni siquiera se acordaba cuando inicio su vicio de fumar y mucho menos desde cuando se saltaba las clases antes era una estudiante modelo.

-¡Mierda! –soltó a los cuatro vientos se había quemado con la punta del cigarro por ponerse a pensar en tonterías, una de las cosas a las cuales jamás de los jamases seria el amor, pensaba que era una reverenda mierda, que no existía tal cosa y que ninguno de los que decían estar súper enamorados de ella y que darían su vida si así fuera lo conocían en verdad.

Se abrió la puerta que daba directo a la azotea en ella entro una chica pelinegra y con un  par de ojos azules, y unas cejas endurecidas. ¿Estaba enojada? Sip, se dijo mentalmente Rouss al verla parada hay con su ceño fruncido y con la cara toda roja del cólera y Rouss tan despreocupada como siempre.

-¿Qué pretendes que estas haciendo Rouss Collins? Y no me digas que nada porque lo que estoy viendo no me gusta para nada- replico la chica y al ver que la chica cobrizo no le hizo ni el mas mínimo caso se enojo aun mas, se acerco hasta ella y le tiro el cigarrillo vertiéndolo en su zapato negro.

Eso hizo que la chica del cabello cobrizo se enojara y la mirara asesinamente, si algo no le gustaba a Rouss es que le quitaran sus cigarros, la chica pelinegra le quito la cajetilla y se la guardo en su bolsillo la castaña la miro con desgana y retadoramente sabiendo que su amiga ya conocía eso de ella.

-Hmmp no era necesario hacer eso  aparte no te debe de incumbir –la miro por ultima vez y miro hacia el edificio que tenia enfrente el de tecnología por las ventanas se veían a estudiantes reparando computadoras y otras maquinas electrónicas.

-Claro que me incumbe eres mi amiga y me preocupo por ti entiéndelo Rouss aparte vine porque la maestra pregunto por ti esta preocupada –sonrió amargamente esa tipa “la maestra” era una estúpida si creía que se preocupaba por ella, tan solo la quería en el aula para joderla si no la conociera.

-Que no joda no quiero estar escuchando sus reproches –en eso su amiga pelinegra se sentó aun lado de ella y la abrazo.

-Vamos Rouss no te a hecho nada malo como para que hables pestes de ella, no es tan mala como piensas realmente se preocupa por ti desde que paso aquello –en eso la castaña la miro con odio no le gustaba hablar de aquel tema y mucho menos que se lo recordaran.

-Hmmp no molestes Jane –la pelinegra la vio y le sonrió aunque su amiga la tratara mal la seguía queriendo y sabia que ella no la quería dañar con esas palabras tan duras sabia que en el fondo ella se reprochaba por tratarla así, le dio un tierno beso en la mejilla y se marcho de la azotea sin antes decirle que le devolvería sus cigarros al terminar las clases, pero que haría Rouss sin su cajetilla fácil salió por una pequeña abertura que estaba tapada por maleza y salió de la escuela en busca de una nueva cajetilla calmaría su sed de fumar.


C o n t i n u a r a <3

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