domingo, 11 de diciembre de 2011

Capitulo I "Recorriendo la pradera"


Era una bella mañana la luz cálida del sol entraba por aquella choza, un pequeño saltaba de su cama con devoción tenia tantas ganas de recorrer los pastizales de aquella pradera, sentir lo cálido del sol y el viento sobre su rostro y una vez mas ser parte del mundo. Contemplaba el paisaje, se imaginaba volando por encima de las copas de los arboles y tocar con sus manos las puntas de las montañas. Su único motivo en aquel lugar era “Soñar” que el mundo era diferente a la realidad que no había odio y mucho menos guerras, el tan solo contemplaba un sueño. Un sueño que muchos habían dejado en sus recuerdos de niñez y otros tan solo lo ignoraban.
El quería comenzar un viaje. Un  viaje donde pueda ver mas haya del horizonte que estaba acostumbrado ver cada día. Entro corriendo a la choza en busca de sus pocas pertenencias las tomo y salió.
 Vagando por las llanuras de aquel añejo país, caminando aun lado de los rieles del tren, estaba conociendo un panorama nuevo aquel que era el primero en su vida y el mas interesante, a lo lejos vio un pueblo, cansado de tanto caminar con sudor y ampollas en sus delicados pies decidió tomar un descanso en el pueblo que estaba ante escasos metros de su presencia se veía viejo y desgastado como si el tiempo hay si hubiese ido demasiado rápido junto con el sus habitantes, camino por el mercado entre pocilgas y personas moribundas sintió una amargura estaba experimentando el sufrimiento del mundo en ese pequeño pueblo, todos hay lo miraban de una manera envidiosa, los niños hambreados le empezaron a aventar piedras duras y crueles lastimaban su frágil cuerpo, miraba aun mas con tristeza aquellos niños y la lastima no tardo en aparecer en su noble corazón . Tomo una decisión irse de aquel lugar no había conversado con nadie y eso era mejor para el… Siguió su largo caminar hacia un nuevo pueblo del cual se lo podría imaginar de muchas formas e imagino a los habitantes diferentes al del pueblo abandonado y olvidado por el mundo jamás olvidaría su nombre…. Desierto.
En un cuaderno apunto el nombre del pueblo y los sentimientos que sentía al a ver estado hay. En el cuaderno solo apunto cosas tristes intento poner algo positivo pero aun así le fue difícil ya que sintió la triste y la lastima del mundo en un solo lugar avaricia y soledad lo inundaron al recordar su pequeño paseo. Saco de sus pensamientos aquel triste pueblo y siguió su marcha se estaba poniendo el sol cuando decidió quedarse bajo un gran árbol, las noches de la llanura son frescas y mientras que las tardes son demasiado calurosas alcanzando los 30°, la noche era calmada a lo lejos el pequeño escuchaba a los grillos cantarle a la luna, el contemplaba el cielo estrellado, de repente vio pasar una estrella fugaz y cerro fuerte los ojos y pensó en voz alta “Quiero encontrar un hogar donde ya no tenga que marcharme mas” sonrió para si mismo se sentía feliz. Tomo su manta y uso su mochila de almohada, hecho una última mirada al cielo con cierta admiración y callo rendido ante los susurros de la noche.

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